Tan solo un silencio

Y así fue como sucedió.
De este momento para escribirte llena de cigarros en la boca, pisando las noches, también los días.

Te recuerdo bajo las cuerdas de la viola,
sobrevolando el universo con tus cantares que mojaban mi ropa,
un copilado de los mejores temas.
Y si que hemos vivido,
pero no hemos terminado.

“Y si hubo un dolor ya no lo escucho”

Hemos recorrido los valles de cerezas,
también los peores crudos inviernos.
Nos enseñamos a caminar, también a volar,
a lo que era amar, extrañar, sufrir y volver a caminar.

He recorrido los confines del universo
a través de tu abraso,
con un beso,
con tu riza,
con tu vos…

Fuiste un maestro y aprendiz,
fuiste mi casa,
mi lugar de encuentro,
fuiste los días que no eh de olvidar…

Y tantos cuadros te dedique en mi cabeza,
que tal vez no quiera retratar,
eres tanto aquí dentro
que no se como expulsar.

Te dedique tantas lapiceras,
como teclados,
como noches que pasó después de 12
...a veces antes también.

Pero hoy ya es un adiós,
quizás para que caminemos más,
y regresar llenos de caramelos,
quizás para no vernos mas,
quizás…hay tantos.

Un día pensé parar,
se que ahora en mas hay que luchar,
hoy me voy,
ayer te fuiste.

Hemos de buscarnos
entre los recuerdos,
cuando me cantabas,
cuando me reía,
cuando te amaba.

Hoy nos despedimos,
quizás para mas tarde regresar,
quizás…para no vernos nunca mas.

Dejar partir para poder regresar